El turismo balear, un camino hacia el elitismo que "está muriendo de éxito"

El modelo turístico de Baleares está encaminado al elitismo, a aumentar cada vez más la precarización de la clase trabajadora en beneficio de quienes venden el producto. Así lo ha explicado Iván Murray, doctor en geografía por la UIB, que sostiene que está pasando desde la crisis de 2008 y que estamos llegando a unos niveles de tensión nunca vistos. Duda de la previsión de que el número de viajeros aumentará, pues considera que «se está intentando vender que todo funciona correctamente cuando, realmente, vivimos un contexto de incertidumbre económica debido a la guerra en Ucrania». «Lo que vemos es cómo se va profundizando el sesgo de clase, con dinámicas de mayor precarización social», ha indicado, agregando que «se está ampliando la especialización turística en todos los nichos, desde el turismo de clase trabajadora hasta el de élite, y eso tira al alza los precios». Ese crecimiento de los precios, además, deja en el camino a quienes su economía no les permite viajar, fomentando así un tipo de turista de lujo. En este sentido, Amadeu Corbera, presidente de la entidad ecologista GOB, ha apuntado que «es un viajero clasista que consume muchos más recursos, que contamina más y cuya huella ecológica es mayor, ya que se desplaza más por la isla con el coche». Ha criticado, por tanto, que un Govern de izquierdas «esté permitiendo el crecimiento de un turista que no es el deseable ni el que necesitamos». Una de las contradicciones del elitismo en el modelo turístico es la falta de vivienda, según ha señalado Murray. Muchas de ellas han salido del mercado local para entrar al turístico y eso provoca episodios como el vivido este pasado verano, cuando gran cantidad de los trabajadores temporales no vinieron a las Islas por no encontrar alojamiento o porque no compensaba afrontar el precio de un alquiler. «Es una expresión de su éxito, pero es que se está muriendo de éxito», ha subrayado. Además, la población local sufre también esas consecuencias del mismo modo, con falta de vivienda y con un precio desorbitado, como ocurre a día de hoy. «Es un abuso que no les llegue ni para pagar la vivienda», ha criticado. Esa desigualdad entre propietarios y hoteleros que aumentan beneficios y quienes no pueden acceder a una vivienda «no tiene sentido», según Corbera, por lo que es motivo suficiente para que se prohíba el alquiler vacacional. «Mientras sufrimos un problema de vivienda gravísimo, hay un sector que se dedica a especular. El alquiler vacacional no tendría ni que existir ahora mismo», ha señalado. Por último, Murray ha explicado que esta dinámica no va a cambiar a corto plazo si depende únicamente de quienes se benefician de ella. «Es una cuestión de que la sociedad comience a pensar y actuar para no depender tanto de la industria turística», ha destacado.