Daniel, el patrón
Un solitario gol de Dani Rodríguez da los tres puntos del Real Mallorca ante el Celta de Vigo.
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Palma
El Real Mallorca llegaba al choque en una posición cómoda en la tabla con 22 puntos, pero con un vaivén de sensaciones que acompañaba al equipo en los últimos encuentros tras la eliminación en Copa y la derrota ante Osasuna.
Con el día de la festividad de Palma por su patrón, San Sebastián, arrancaba la jornada 18 de Primera División.
El técnico del Real Mallorca confiaba en Nastasic de titular, dejando a Copete en el banquillo como gran novedad, además de la ya conocida de Kang In Lee por acumulación de tarjetas. Por su parte, Carlos Carvalhal, ponía a Larsen en punta para hacer dupla con Iago Aspas.
El partido empezaba con un tímido remate de cabeza de Dani Rodríguez, que fue el peligro que llevó el Mallorca en un primer cuarto de hora en el que el Celta se hizo con el control del balón, pero sin crear peligro más allá de un disparo de Veiga.
El Celta empezó a encontrar la manera por el centro del campo, con un Baba con amarilla, lograba abrir grietas en la frontal del área bermellona , pero el partido se resistía a dejar de ser aburrido.
Aguirre inició la segunda parte con un doble cambio, entraban Tino Kadewere y Grenier por Baba y Amath, que habían tenido una actuación discreta. La segunda parte tuvo muchas más cosas que la primera en muy poco tiempo. En el 60, un pase de Galarreta la transformó Pablo Maffeo en un centro raso para que Dani Rodríguez hiciera olvidar una primera parte cuanto menos tediosa. 1-0 desde la frontal del área.
El Celta apretó con el marcador en contra, se vivieron los momentos más tensos del encuentro con un remate rechazado de Gabriel Veiga, el Celta tenía la posesión, atacaba mucho más que los bermellones y obligaba a los isleños a achicar agua.
Ya no es noticia que el campo se caiga cuando sale Abdón a jugar…pero volvió a suceder. El partido se detuvo en varias ocasiones por las protestas de ambos conjuntos en repetidas faltas, y tras cinco minutos de añadido, lo único palpable es que el Mallorca de Javier Aguirre tiene 25 puntos en 18 jornadas, una renta elevada para las aspiraciones de este equipo, que no se puede relajar, pero que vive en la zona media de la Primera División.