Recogida, selección y reparación: la segunda vida de los juguetes

Palma

La Fundació Deixalles recoge a diario más de un centenar de juguetes a los que dan una segunda vida. Provienen, fundamentalmente, de familias que durante los periodos vacacionales aprovechan para hacer limpieza y revisan los juguetes que ya no utilizan. En la Fundació ponen a punto bicicletas que han quedado pequeñas, visten y peinan muñecas y cuentan una a una todas las piezas de los puzles para poner a la venta los juguetes. Detrás de cada uno hay una historia y desde la asociación se le quiere volver a reescribir. La mitad de los juguetes que entran salen al mercado. Los revisan, los limpian, se arreglan y se cambian las pilas.

Pedro Bernat es uno de los trabajadores becados que colabora en este cometido. Está arreglando una bicicleta que ha quedado pequeña a su dueña. "Estaba sucia y ahora la limpiamos, repasamos los frenos y la preparamos para ponerla en venta", ha explicado.

Luisa lleva un año y medio en este trabajo, sobre todo arreglando muñecas, pero también juegos de mesa o cualquier juguete. Hay que arreglar la caja todo lo que se puede y mirar que no falte nada en su interior. "Las muñecas las vestimos y las peinamos; sobre las cajas, miramos si están completas y si es así, se pone en la tienda a precios asequibles para que no se queden niños sin juguetes", ha relatado.

Maribel Casado es la técnica social de Deixalles en Palma. Ha asegurado que son personas que han sido contratadas mediante una beca de una entidad social. Además de la labor, también se enseñan valores como la puntualidad o la responsabilidad. "Es importante el comenzar un trabajo y terminarlo, cada persona participa en un proyecto distinto", ha matizado.

Sdenka lleva más de dos años haciendo y deshaciendo puzles. Cuenta las piezas en su lengua materna, el checo, y es lo que mejor se le da. "Si está completo se pone el precio y a la venta", ha indicado.

Según Bernardo Pérez, monitor del departamento de juguetes de Deixalles, durante las fechas previas a Navidad, pero también en vacaciones, es cuando reciben una mayor cantidad de donaciones, familias que retiran sus juguetes antiguos para hacer sitio a los nuevos. "Se van sacando juguetes de las sacas, se prueban, se seleccionan, se revisan, y tienen un mínimo de calidad", ha explicado.