El confinamiento por COVID-19 normalizó la educación telemática haciendo que los niños y jóvenes que ya hacían uso de ella percibieran la situación como "positiva"

El confinamiento por COVID-19 normalizó la educación telemática haciendo que los niños y jóvenes que ya hacían uso de ella percibieran la situación como "positiva". Tres estudios presentados por la UIB explican cómo impactó en éste, y otros colectivos, los meses de aislamiento social.

Más del 55% de los niños y jóvenes usuarios de pedagogía hospitalaria o educación telemática por problemas de salud crónica que han participado en el estudio, vieron mejorada su situación durante la pandemia. La explicación que encuentran los responsables de la investigación es que, la cuarentena, permitió normalizar su situación ya que el resto de sus compañeros también realizaban las clases de manera online.

Otro de los proyectos, "Voces de las Mujeres" entrevista a 20 mujeres latinas en situación irregular. La conclusión que se saca: una fuerte feminización de la migración. Las entrevistadas se dedican a trabajos domésticos y de cuidado. Tienen dificultades para acceder al sistema sanitario y desconfían de las instituciones públicas. Por confinamiento o defunción de la persona mayor que tenían a cargo durante la pandemia, algunas perdieron su forma de ingresos. Al tener denegado el acceso a ayudas sociales, se vieron forzadas a prostituirse. La responsable de la investigación, la Dr. Margalida Miró, explica que además tienen responsabilidades económicas con sus familiares en el extranjero. Por lo que llegan a vivir en condiciones de pobreza severa para poder mandar todos los ahorros fuera de España.

El tercer estudio, realizado en Son Gotleu, explica el grado de conocimiento de la población femenina acerca de la COVID-19 y su prevención. Las mujeres entrevistadas declararon que sus fuentes de información principales eran las redes sociales y los centros escolares de sus hijos.