Sobre las previsiones para este ejercicio, Nates dice que será el año de la incertidumbre porque si durante 2022, con las ayudas al combustible habilitadas por el gobierno central, el gasto se incrementó en un 70%, este año, sin ayudas, “puede ser catastrófico”. Según ha contado durante la entrevista, un barco medio gastó el año pasado unos 40.000 euros más en gasoil debido al incremento de los precios y a pesar de que los consumidores pagan más por el pescado, “ese incremento no se ha refleja en lo que cobran los pescadores”. A esa incertidumbre se suma también algo inédito que se producirá este año 2023 ya que la Unión Europea no ha consignado cuota de chicharro, también conocido como jurel. “Al no poder pescarlo, hay embarcaciones que en 2022 salieron al jurel y ahora irán a bocarte. Esto provocará una distorsión que no sabemos cómo va a afectar” ha detallado Nates. Los científicos realizaron esa recomendación ante la delicada situación de la especie.