Calvo exige inversiones de 1.500 millones antes de hablar de competencias ferroviarias

Oviedo

El Principado estima un coste de 1.500 millones de euros, “por lo menos”, para la puesta a punto de la red de cercanías ferroviarias. El consejero de Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, no quiere entrar en ningún tipo de debate público sobre asunción de competencias ferroviarias si, como condición previa, el Estado no asume esas inversiones. Son cálculos de trazo grueso, pero el Gobierno asturiano exige la ejecución de esas inversiones que considera imprescindibles para que la red ferroviaria asturiana de Cercanías pueda afrontar el fututo.

Suman los 997 millones del Plan de Cercanías y entre 300 y 500 adicionales “por lo menos”, ha dicho Calvo, en necesidades que ya están identificadas y que tienen que ver con cambios de trazado, doblar algunas vías o facilitar enlaces. Según el consejero, “por lo menos necesitamos del orden de 300 millones adicionales, muchas de esas obras las impulsaremos a través del Corredor Atlántico del Noroeste, con lo que todas las necesidades en estas infraestructuras están relacionadas y tienen que formar parte de un tejido que funcione”.

Esta es la prioridad para Alejandro Calvo. No quiere hablar de traspaso de competencias, como piden algunos partidos políticos en Asturias, antes de abordar estas cuestiones. Después, ya se verá, dice, “hay que valorarlo, porque si partimos de una premisa, primero la premisa tiene que cumplirse. Hay mucho qué hacer para normalizar la situación de nuestras cercanías, después habrá que proyectarlas a futuro y a partir de ahí se podría hablar de competencias”.

A la exigencia de las inversiones, que el consejero quiere mantener en coordinación con las comunidades vecinas, se añade la de una mayor transparencia en la gestión en la comunicación con los organismos estatales. El Gobierno asturiano es un gato escaldado que ya no se fía. El consejero ha dicho que hará falta una transparencia adicional. Según ha explicado esta mañana, “hemos descubierto que a partir de ahora no nos podemos fiar”, tras habérsele ocultado durante dos años la paralización de la fabricación de las nuevas unidades de Feve por un error en las mediciones de los gálibos.