El Sporting sostiene la Copa

Gijón

El Sporting le está cogiendo el gusto a dar alegrías en Copa. Y a falta de otras mayores, el sportinguismo también disfruta con el torneo del K.O. Si hace un año el equipo le regaló por Reyes a su gente la clasificación para octavos de final ante todo un Villarreal, esta vez ha sido el Rayo Vallecano el que, con toda justicia, mordió el polvo en El Molinón (2-0). El octavo clasificado de Primera solo asustó ligeramente a los rojiblancos en los diez primeros minutos; a partir de ahí el Sporting fue creciendo en confianza, mostrándose inexpugnable en defensa y en ataque volvió a aparecer la que parece, en este momento, su mejor baza goleadora: dos tantos más de Uros Milovanovic (al que la Copa le ha cambiado la vida) permiten al Sporting seguir vivo en una competición secundaria pero preciosa.

Abelardo, que para no dar pistas tuvo que mentir en las horas previas ante los medios, apostó por una defensa con tres centrales, retrasando la posición de Gragera. Por lo demás, reservó muy poco: apostó por la defensa titular; lo mismo en mediocampo e incluso en la banda derecha, con Juan Otero.

El equipo fue mejorando con el paso de los minutos, haciendo incluso de la necesidad virtud, porque la lesión de Christian Rivera permitió la entrada en el campo de un Pedro Díaz que entró frío pero acabó haciendo un partido soberbio.

La realidad es que el Rayo Vallecano no generó ni una sola ocasión clara de gol en todo el partido, mientras que el Sporting sí lo hizo. Dos de ellas las materializó Milovanovic, que se ha consolidado gracias a este torneo como una alternativa más que válida para el ataque. No había participado mucho del juego, pero estuvo donde tenía que estar para transformar, a la media vuelta y con la zurda, el primer gol tras una falta de Cote. Y después, ya a dos minutos para el final del tiempo reglamentario, asegurar el pase con un buen remate de cabeza, tras el rechace de un balón enviado al larguero por Pedro Díaz, tras un lanzamiento de falta del sierense.

La fiesta en El Molinón fue completa, con 17.400 espectadores vibrando en la grada, el presidente Alejandro Irarragorri en el campo y, junto a él, la leyenda rojiblanca Enzo Ferrero celebrando su 70 cumpleaños con una alegría que, más allá de mantener al Sporting en el ya reducidísimo infiltrado entre los equipos de Primera en octavos de final, puede dar alas para LaLiga, esa en la que Irarragorri cree que sería un fracaso no meterse en el playoff. Compitiendo así, no es descartable.

El Sporting conocerá el sábado a su próximo rival. Será, seguro, un equipo de Primera División, aunque en el sorteo ya no se tendrá en cuenta la condición de participante en la Supercopa. El partido se jugará, al cien por cien, en El Molinón, dentro de dos semanas.

Por redes sociales pronto se hizo viral un dato: el que dice que en los tres últimos años el equipo que elimina de la Copa al entrenado por Iraola, acaba siendo campeón. Fueron la Real Sociedad, el Barça y el Betis. Palabras mayores, pero... ¿Se imaginan? Soñar es gratis. Y más en estas fechas.