Preocupación y cautela en Riegos del Alto Aragón ante las medidas por la sequía
Solicitan que se revisen los criterios de distribución de ayudas y se atienda la realidad de las zonas regables que han realizado importantes inversiones
Sede de Riegos del Alto Aragón
Huesca
Tras la aprobación por el Consejo de ministros extraordinario del Real Decreto Ley por el que se adoptan medidas urgentes en materia agraria y de agua con el objeto de moderar el efecto de la situación de grave sequía que atraviesa nuestro país, en Riegos del Alto Aragón muestran su preocupación y muestran cautela.
A través de un comunicado señalan que “nos preocupa sobremanera la falta de inversión para mejorar la capacidad de regulación e incrementar la resiliencia de nuestras zonas, productoras de alimentos, ahora también de energía. Motivo por el trasladamos esta preocupación a todas las administraciones implicadas y solicitamos que se revisen los criterios de distribución y se atienda la realidad de las zonas regables que como Riegos del Alto Aragón ha realizado importantes inversiones, que han contado con el apoyo del MAPA, pero que también cuenta con importantes aportaciones por parte de los regantes y a quien la sequía dificulta su capacidad de hacer frente a la deuda”. Consideran que “se trata de un plan de emergencia, pensado para las zonas más pobladas de nuestro país, y que ahonda en un modelo desigual”.
Indican que en estas medidas se observa un bloque de medidas agrarias, destinadas a la compensación del incremento de costes de producción de los sectores ganaderos y medidas agrícolas destinadas a compensar a los cultivos más afectados, la bonificación de créditos ICO-MAPA-SAECA y de los seguros agrarios, así como medidas fiscales. Estas medidas, gestionadas por el MAPA, son bienvenidas y permitirán, en parte, paliar las importantes pérdidas económicas a las que se enfrenta el sector, y que padece junto con otras zonas regables del Ebro y del resto del Estado, Riegos del Alto Aragón. Son medidas que se han desplegado para poder hacer frente a la situación actual y pensadas para servir de parche a una situación tan grave como, esperemos, temporal.
Por su parte el MITECO, responsable de la gestión del agua en nuestro país, ha habilitado un conjunto de medidas cuyo alcance económico es de algo más de 1.400 millones de euros, destinados a aumentar la disponibilidad de agua y apoyar a los regantes a través de las exenciones en el pago de tarifas y canon de regulación.
De estos 1400 millones de euros, la cuenca del Ebro recibirá 16 millones de euros, destinados en su mayor parte a cubrir exenciones en el pago de tarifas y cánones de regulación, cantidad que supone 1,16% del presupuesto total y del cual tan sólo 1,6 millones de euros irán destinados a infraestructuras, previsiblemente mejora de la toma de agua de abastecimientos.
Esta cifra contrasta fuertemente con la importante partida destinada, por ejemplo, a incremento de las plantas de desalación, 600 millones de euros a través de la empresa estatal ACUAMED, es decir un 42%. O el importante esfuerzo económico que se compromete a realizar el MITECO, en las cuencas mediterráneas andaluzas, las cuencas internas catalanas, la cuenca del Júcar o las del Guadalquivir, donde se ejecutarán inversiones que superan en todos los casos el 10-14% de la inversión global.
Al Ebro, junto con el Duero y el Guadiana nos corresponde el dudoso honor de bajo porcentaje del presupuesto, no compensado por otras medidas. Sin entrar en profundidad en esta cuestión, la valoración de Riegos del Alto Aragón es de preocupación.
Preocupación por el bajo presupuesto de las medidas que el MITECO va a destinar a una importante parte de la España interior, esa que ya sufre de fenómenos de despoblación y desequilibrio económico. La misma que soporta la producción energética para favorecer el desarrollo económico de otras regiones, muchas de ellas litorales.