Zaragoza

El primer paso está dado. El Casademont Zaragoza cumplió el expediente, se quitó los nervios del primer partido y ganó la eliminatoria de cuartos para colarse en las semifinales de la Copa de la Reina Endesa. El sueño sigue vivo, aunque para alcanzarlo queda mucha tela por cortar. Las jugadoras de Carlos Cantero fueron muy superiores a un Araski al que en la competición liguera solo le había ganado uno de los dos partidos, en la prórroga, de esta temporada.

El equipo de Cantero arrancó como un obús con una ventaja de once puntos al final del primer cuarto (17-6). El partido continuó por los mismos derroteros con Leo Fiebich, haciendo mucho daño desde el perímetro, y una buena defensa para llegar al descanso con 16 puntos de diferencia (34-18). Tras el descanso, el Araski salió más enchufado en busca de la remontada ante un Casademont muy atascado en ataque. Un parcial 3-11 obligó a Cantero a pedir un tiempo muerto. Reaccionaron las rojillas con un triple de Fiebich, dos canastas de Gatling y otra de Mariona Ortiz.

Volvió la apisonadora rojilla para alcanzar la máxima ventaja con 24 puntos, que llevó a la entrenadora del Araski a parar el partido. El ultimo cuarto, con las vitorianas veinte puntos abajo, no tuvo historia. Era una misión imposible para el Araski ante un Casademont, que nadó y guardó la ropa en busca de economizar esfuerzos para lo que le quede de Copa. En el primer cuarto de final, el Valencia Basket se impuso 69-56 al Movistar Estudiantes en un partido que se rompió en el último cuarto hacia el lado de las levantinas, lideradas por la zaragozana, Cristina Ouviña. Casademont Zaragoza- Valencia Basket, el sábado por un puesto en la final.

Homenaje a Pilar Valero

La noche tuvo su lado emotivo en la primera jornada de la Copa de la Reina Endesa con el homenaje a la zaragozana, recientemente desaparecida, Pilar Valero, una de las jugadoras más importantes de la historia del baloncesto aragonés y nacional, que vistió en más de medio centenar de ocasiones la camiseta de la selección española. En el descanso del Casademomt-Araski se proyectó un video y se elevó su camiseta con el número 4 que quedará para siempre a lado de la de Fernando Arcega en lo más alto del Pabellón Príncipe Felipe. Varias ex-jugadoras y amigas de Pilar Valero, como Laura Grande, Elisa Aguilar, Teresa Seco, Nines Gracia, Yolanda López, Gema Gracia, Mamen Valero y Esther Wender estuvieron presentes en la pista en el sentido homenaje a una de las mejores baloncestistas aragonesas de todos los tiempos.