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El Real Zaragoza se choca con el Burgos en La Romareda (0-0)

El equipo aragonés todavía no ha sido capaz de ganar en 2023 un solo partido ante su afición sumando un punto que le deja mantiene demasiado cerca de la zona de la zona de descenso

Francho Serrano presiona al jugador del Burgos Gaspar / LaLiga Smartbank

Zaragoza

El Real Zaragoza y el Burgos se jugaban tres puntos vitales aunque por objetivos bien diferente. El equipo aragonés por ampliar la distancia de seguridad con el descenso, el castellano leonés para mantenerse en la lucha por la sexta posición.

Fran Escriba había anticipado cambios en el once inicial y así lo hizo aunque en menor medida de lo que se podía presuponer tras el desastre de La Rosaleda contra el Málaga. El joven Luna entró en el lateral derecho por Larra disfrutando de su primera titularidad mientras que Zapater regresó al centro del campo ocupando el puesto de un intrascendente Alarcón.

Al partido le costó coger cierta velocidad. El primer remate fue un cabezazo de Álex Bermejo que Cristian Álvarez detuvo con seguridad. El Zaragoza lo intentó consecutivamente con disparos de Puche, Bermejo y Simeone pero los tres se toparon con los defensores del Burgos.

Tuvo que ser Bebé el que probara por primera vez al meta Caro que despejó su potente disparó a saque de esquina. De nuevo Bebé ejecutó con potencia y de nuevo se encontró con Caro que dejó el balón suelto para que Luna lo enviará a la grada.

El Burgos seguía bien plantado sobre el césped de La Romareda pero tenía problemas para llegar al área blanquilla. Curro desde lejos lo intentó pero la pelota se marchó muy desviada. A los puntos el partido empezaba a ser del equipo de Escribá. De hecho Giuliano Simeone remató con potencia e intención pero otra vez Caro rechazó su disparo. El partido ya no dio para mucho más en su primera mitad para llegar al descanso con el marcador inicial.

Tras el descanso el partido apenas cambió y ni siquiera los relevos que fueron realizando los dos entrenadores significaron un cambio en el devenir del choque. Como en la primera mitad el Real Zaragoza fue algo superior a su rival pero, como en en el primer acto, las escasas llegadas de Simeone o los lejanos disparos de Bebé, tuvieron un final feliz.

Escriba metió a Vada por Bermejo y a Paus Sans por Puche para completar los cambios con Gámez por Luna y Grau en lugar del capitán Zapater. Bebé disparó por última vez para que Caro se la quedará sin ningún problema.

Poco juego y menos gol del Real Zaragoza que volverá a jugar el próximo domingo en Lugo otro partido decisivo para tomar oxígeno en la clasificación.

 
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