El cuento del tren

Algeciras

Lo explica muy bien Juan María de la Cuesta, miembro activo y fundador de @ndalucíaBay. De la Cuesta se remonta al año 2010, donde sitúa el inicio de esta historia que no tiene fin, como el cuento de la buena pipa. "En ese año, con el gobierno de Zapatero, y su ministro José Blanco al frente del ministerio de Fomento, se produjo la firma de un convenio entre el Puerto, la ZAL y el Gobierno de Aragón con el objetivo de establecer una conexión estable entre Algeciras y Zaragoza a nivel logístico. Aquella fue una primera piedra".

Pasamos al año 2011, "cuando el observatorio de la logística dependiente del Ministerio de Fomento presentó un estudio sobre las autopistas ferroviarias y al año siguiente, 2012, se realizó un análisis detallado de la ruta Perpignan-Algeciras, pasando por Zaragoza, contando las inversiones y los cambios de gálibos necesarios para el correcto funcionamiento del sistema en nuestra antidiluviana ruta ferroviaria".

Luego siguieron las primeras piedras y en 2013 la Algeciras-Bobadilla pasa a formar parte tanto del Corredor Mediterráneo como del Corredor Atlántico, y con ella todo el tramo que une con Córdoba, Madrid, Zaragoza y Tarragona. Anuncian lluvia de millones y se promete que en 2020 sería una línea moderna y con estándar europeo. Hasta ahí todos contentos.

"Pero pasaron los años -explica Juan María- y seguían llegando planes para nuestro tren. Año tras año venían nuevas promesas de los diferentes implicados. Ana Pastor recibió varias veces a los representantes locales para hacer ver su implicación; Iñigo de la Serna publicó en 2017 un estudio sobre las autopistas ferroviarias en los corredores, incluyendo un estudio de Algeciras a Figueras pasando por Zaragoza".

En 2018 se produce un nuevo cambio de gobierno "y otra vez apuesta decidida por el tren, pero de boquilla. Se licitaron los estudios de la electrificación de la Algeciras-Bobadilla, de los que aún seguimos rehenes; y en 2020 nos enteramos de que la reforma del este tramo tiene que pasar por nuevos trámites medioambientales, muchos más que el proyecto de una nueva terminal ganada al mar en Valencia. Todos los trámites realizados hasta ahora no son válidos y hay que volver a empezar". Ya han pasado diez años.

El 31 de diciembre de 2020 se cumplió el plazo que la UE dio al Gobierno de España para realizar la modernización de la línea Algeciras-Bobadilla, "y seguíamos buscando los 300 millones que el Ministerio de Hacienda anunció que habría en los presupuestos". Ya en 2021 el gobierno socialista, con Ábalos al frente de Fomento vuelve a prometer la conexión Algeciras-Zaragoza. Cómo en 2010.

Concluye Juan María de la Cuesta recordando que "hace ahora un año, vino el Subdirector de Operaciones de ADIF a contarnos lo que todos sabemos, pero no lo que queremos oír, o sea...¿Qué Proyecto van a hacernos, cuanto costará y cuándo estará? Después vinieron el Secretario General de Ferrocarriles, la Secretaria de Estado, ya cesada, y la propia Ministra. Pero seguimos igual, si no peor, acumulando nuevos retrasos en la eterna tramitación medioambiental. Mientras, seguimos con las traviesas que el Conde de Romanones ya quería cambiar allá por 1919".

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En el programa hemos podido contar con la opinión de Antonio Moreno, presidente emérito de la AGI, la Asociación de la Gran Industria del Campo de Gibraltar, "nos estamos quedando atrás, pero muy atrás. Llevamos luchando por el tren desde tiempos inmemoriales, sin ningún resultado. En cambio, otras zonas se están potenciando a una velocidad que nosotros nunca ya podremos cogerla. Nos estamos quedando en una zona estratégica, pero aislada. Aún estamos reivindicando derechos del siglo XIX".

El portavoz de los ecologistas de Verdemar, Antonio Muñoz, también ha dejado su parecer sobre el no desarrollo ferroviario en la comarca. "Son 25.000 toneladas de dióxido de carbono que se emiten a la atmósfera, con un tren del siglo XXI estaríamos hablando de mucho menos. Ahora estamos en que hay que reducir la huella del carbono y hay una ley de cambio climático y transición ecológica. Seguimos anclados en el siglo XIX". Antonio Muñoz termina afirmando que "tenemos un problema de identidad en el Campo de Gibraltar. Hay que cohesionar a la sociedad civil para encontrar nuestro futuro".

Por su parte, Gerardo Landaluce, el presidente de la APBA, ha intervenido poniendo de manifiesto que "estamos preocupados por el tiempo perdido, aún no vemos la luz al final del túnel y llevamos muchos años con este tema. Lo que toca ahora es acelerar los proyectos de electrificación" Landaluce ha destacado el trabajo que se ha venido realizando desde la APBA, "nosotros desde hace unos años hemos aportado 18 millones de euros y aún estamos esperando que se ejecuten los apartaderos, ni el BAU, el bloqueo automático. El mensaje debe ser el de la unanimidad, la urgencia, que no nos vuelvan a poner en la casilla de salida otra vez y se aceleren de forma urgente todas las actuaciones específica". Aprovechando el ecuador de la Semana Santa en que nos encontramos el presidente del Puerto ha dicho que "llevamos un siglo de penitencia".

A partir del próximo 14 de abril se retomarán las concentraciones en la Plaza Alta de la Plataforma "Un siglo sin tren". El viernes 28 se hará una concentración especial donde se sucederán diversas intervenciones al cumplirse un año de la visita a Bruselas, en la que se reunieron con la responsable del Corredor Mediterráneo, Iveta Radicova, "en este año nada ha cambiado".