La afición del Xerez DFC tiene claro quienes son los responsables de la grave situación: "¡directiva dimisión!"

La derrota del Xerez DFC frente al filial del Granada fue la gota que colmó el vaso. Los pupilos de Romerito, a falta de siete jornadas para la conclusión de la liga regular, se encuentran a siete puntos del «play-out», una especie de promoción para evitar el descenso y, a ocho puntos, de la salvación. Eso sí, con la diferencia de goles perdida respecto al Cádiz B, conjunto que cierra el listado de equipos que continuará en esta Segunda Federación. Sin duda alguna, un equipo que ya empieza mascar la tragedia del descenso. Las matemáticas dejan claro que ya solo vale ganar. Algo, que los azulinos llevan cinco jornadas sin poder hacer: la última fue la épica remontada frente al Atlético Sanluqueño, hace ya, más de un mes. Una victoria y tan solo dos empates en los últimos diez partidos. Los números no cuadran y las sensaciones son aún mucho peores. Más de 2.800 personas, cada fin de semana menos, dada la ilusión que el proyecto desprende, acudieron en la tarde de ayer al municipal de Chapín. Un día, en el que se cerró la que seguramente haya sido la semana más convulsa de todo la temporada. Pero el partido frente a los granadinos, que se presuponía como un punto de inflexión en lo deportivo y, como bálsamo en lo extradeportivo, solo fue el culmen de «la guerra», ya instaurada, entre gran parte de la afición azulina y los directivos del club. Cabe resaltar que los presentes en el partido apoyaron de manera notable a su equipo, como suele ser costumbre, para auparlos hacia la victoria. Pero como la película se volvió a repetir, con el equipo volviendo a encajar, y poniéndose por debajo en el marcador, el ambiente se empezó a caldear. Fue tras un pequeño conflicto verbal, con unos aficionados del equipo rival ubicados en la tribuna jerezana, sin mayores perjuicios que la recolocación de los mismos en otro punto de la grada, cuando la mecha se encendió. El suceso conllevó que parte de la directa azulina se levantara de sus butacas para dialogar con dichos aficionados. Con ellos en pie, gran parte de la afición lanzó su grito para evidenciar su malestar con la situación de su equipo: Un «¡directiva dimisión!», que no sería la única vez que se escucharía en el estadio. Con parte de los aficionados ya camino de sus casas, dada la poca fe en que el equipo remontara, el partido llegó a su conclusión ratificando una nueva derrota. En ese momento, con el himno de fondo sonando, el equipo se retiró, sin mayores consecuencias, que unos merecidos silbidos y reprimendas. No es que estén contentos con ellos, pero lo cierto que es la afición del Xerez DFC, tiene muy claro cuál es el foco del problema: sus dirigentes. Con los jugadores ya en el vestuario, fueron muchos los aficionados que se acercaron al palco de autoridades para recriminar, a dichos directivos, la situación del equipo. Sin mayores percances, con nadie satisfecho vistas sus caras, aficionados y ejecutivos se retiraron tras una «acalorada» discusión, tal y como se puede apreciar en la siguiente imagen. Los cánticos de este segundo audio reflejan, sin duda alguna, el descontento con la gestión desempeñada esta temporada. Algo que, centenares de personas, quisieron dejar muy claro a todos los miembros, a la salida de Chapín, por la boca de salida, junto a las puertas 3 y 4 del estadio. No todos los jugadores salieron por esa zona. Pero lo cierto es que, en su amplia mayoría, fueron aplaudidos, mostrándoles así su afecto, pese a ser todos conscientes de que son grandes responsables de la situación. Caso contrario al de la directiva que, tal y como se puede evidenciar en el segundo audio, abandonaron las instalaciones entre silbidos, abucheos, algún que otro insulto y, nuevamente, ese grito casi unánime: «¡directiva dimisión!». Todo en esta temporada está siendo tan surrealista que un grupo de radicales «requisaron» tras el partido ante el Polideportivo El Ejido las camisetas que vistieron los futbolistas, que el domingo colgaron en la grada donde se ubican los aficionados del «Kolectivo Sur», y debajo de ellas se podía leer: «venimos por la camiseta, no por ustedes»