Sociedad

Una investigación en San Fernando destapa una red de ciberdelincuencia en toda España

Detenidas 24 personas que formaban de una red de estafadores que lideraba un menor de edad

Agentes de la Policía Nacional durante la Operación Libélula / Cadena SER

Cádiz

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal que cometía estafas informáticas mediante técnicas de ingeniería social tipo phishing, smishing y vishing, que operaba en todo el territorio nacional. Los miembros de la red estafaron a 200 personas en dos meses y el valor de lo defraudado asciende a 350.000 euros. La investigación se inició como consecuencia de las actividades de ciberinteligencia realizadas por la Unidad Central de Ciberdelincuencia junto con investigadores de la Comisaría de San Fernando (Cádiz) tras detectar un patrón común en diferentes hechos ocurridos en toda España. Hay 24 detenidos, entre ellos, un menor que lideraba esta trama.

Según la Policía, que ha llamado a esta operación Libélula, este menor, además de crear sus propias herramientas informáticas para la realización de las estafas -webs falsas de entidades bancarias o enlaces comprometidos para remitir por sms o email a las víctimas- las vendía a otras organizaciones criminales para que las explotasen, un fenómeno denominado crime as a service.

La investigación ha podido determinar que la red suplantó la imagen de 18 entidades bancarias diferentes, lo que permitió acceder a datos privados -nombres apellidos, DNI, claves de acceso a la banca privada- de más de 100.000 clientes bancarios agrupados por entidades y preparados para su utilización. Llamaban a las víctimas, haciéndose pasar por empleados de entidades bancarias, para solventar una supuesta brecha de seguridad y les solicitaban un código que posibilitaba a los detenidos la realización de transacciones fraudulentas a su favor.

Además del líder del grupo, que ha ingresado en un centro en régimen cerrado, se ha detenido a 24 personas en Cádiz, Málaga y Barcelona, de las que ocho han entrado en prisión. Se han realizado seis registros en los que se han intervenido dos armas de fuego simuladas, 10.000 euros, listados con los datos personales de 100.000 personas, más de una treintena de terminales móviles de última generación y 500 gramos de cogollos de marihuana destinados al tráfico de drogas a pequeña escala.

Un enlace fraudulento y una llamada daban comienzo al fraude

La investigación se inició como consecuencia de las actividades de ciberinteligencia realizadas por la Unidad Central de Ciberdelincuencia junto con investigadores de la Comisaría de San Fernando (Cádiz) tras detectar un patrón común en diferentes hechos ocurridos en toda España. Fruto de este análisis, de las vigilancias, seguimientos y diferentes medidas tecnológicas de investigación, se pudo comprobar la existencia de una organización criminal responsable de estos hechos.

El modus operandi de esta organización consistía en la realización de estafas bancarias a través del envío masivo de mensajes de texto –lo que se conoce como smishing- en los que indican a las víctimas que han detectado una intromisión ilegítima a su banca online. El sms incluía un enlace que redirigía a una página web fraudulenta, de similar apariencia a la de la entidad bancaria, creada y controlada por la organización para hacerse con los datos bancarios de la víctima. Ahí daba comienzo la dinámica de la estafa ya que, una vez que las víctimas introducían sus credenciales de acceso a su banca online en la página falsa, estos datos quedaban automáticamente en poder de los cibercriminales.

Los estafadores habían diseñado un software que les permitía ver en tiempo real los pasos que iban dando sus víctimas y, con el fin de restablecer la supuesta situación de riesgo de su cuenta y volver a operar con seguridad, los llamaban por teléfono haciéndose pasar por empleados de su banco y se ofrecían a ayudarles a solucionar esa brecha de seguridad. Para ello les indicaban que iban a recibir en su terminal unos códigos de verificación que debían proporcionar telefónicamente a sus interlocutores. En realidad, esos códigos posibilitaban la materialización de las transacciones fraudulentas que los criminales estaban realizando en la banca online del perjudicado en tiempo real, generando una disposición no autorizada contra los activos de sus víctimas.

Cuando el dinero ingresaba en las cuentas bancarias controladas por la organización, llevaban a cabo diferentes formas de actuación. Una de ellas consistía en extraer directamente el efectivo en cajeros automáticos, o bien contrataban créditos personales instantáneos, ordenaban nuevas transferencias a otras cuentas que tenían bajo su control, o bien adquirían criptovalores en cajeros automáticos al efecto, moviéndolo posteriormente entre diferentes monederos fríos.

Estafa a anunciantes de vehículos de motor

Los datos empleados por los cibercriminales para abrir fraudulentamente cuentas bancarias y recibir ahí el dinero estafado, los conseguían a través de páginas de compraventa de artículos entre particulares. Los delincuentes se ponían en contacto con anunciantes de vehículos a motor, mostrando su interés por hacerse con el vehículo de manera urgente un adelanto como reserva de la compra y como prueba de buena voluntad. Con este pretexto, y para formalizar el contrato de compra/venta a través de una supuesta gestoría, solicitaban a las víctimas una copia o fotografía del documento de identidad por ambas caras.

Una vez con los datos de filiación necesarios para la apertura de cuentas, volvían a victimizar a estas personas ya que les explicaban que les iban a realizar un envío de dinero a través de Bizum como señalización para la adquisición del vehículo. Sin embargo, en lugar de enviar un pago realizaban una solicitud de dinero al vendedor. Las víctimas no comprobaban adecuadamente el mensaje recibido desde la aplicación y aceptaban la solicitud realizando un envío de dinero a favor de los cibercriminales.

#UnoDeCadaCincoDelitos: la campaña del Ministerio del Interior contra la ciberdelincuencia

El Ministerio del Interior ha puesto en marcha una campaña para hacer frente al incremento de la cibercriminalidad registrada en España. Hoy, uno de cada cinco delitos en España se comete en la red. En 2022 se produjeron un total 375.506 ciberdelitos, un 72% más que los registrados en 2019, incremento que se eleva hasta el 352% si la comparación se realiza respecto a 2015.

El objetivo de esta campaña es la concienciación y sensibilización ciudadana sobre los tipos de ciberdelitos más comunes, apelando a la necesidad de autoprotección, generar una predisposición a denunciar, e incrementar la confianza ciudadana en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como primer instrumento público de lucha contra la cibercriminalidad. Para ello, se ha creado la siguiente página web https://unodecadacincodelitos.com/ .

Consejos para evitar ser víctimas de estos fraudes

- Desconfía de llamadas de números desconocidos y nunca facilites datos personales o bancarios vía telefónica o por SMS. Tu entidad bancaria nunca te solicitará información personal por estos medios.

- Si sospechas que una llamada puede ser fraudulenta cuelga directamente el teléfono y llama a tu entidad bancaria directamente al número oficial o con el que habitualmente contactes.

- Nunca facilites contraseñas por teléfono. Si te dicen que te llaman desde una entidad o empresa, toma nota de la incidencia y ponte directamente en contacto con ellos a través de algún número oficial.

- Si recibes mensajes a través del correo electrónico o SMS en los que te piden que pulses un link para realizar un pago o actualizar tus datos, ignora el mensaje, bloquea a su destinatario y ponlo en la bandeja de correo no deseado.

- Sé muy cuidadoso a la hora de recibir Bizum, podrías estar aceptando una solicitud de envío de dinero en vez de recibirlo.

 
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