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Crónica de la quinta sesión de preliminares del COAC 2023: "cuidao" que la cantera "te quiere embrujá"

Las chirigotas demostraron que la modalidad este Carnaval de Cádiz va a apretar fuerte como lo hacen los jóvenes de Piru y Tomate cada año más, cada año mejor

MANUEL FERNANDEZ 31252730P

La que parecía una sesión en la que gobernarían la comparsa de Piru y Tomate y la chirigota del Lacio, aunque fuera así, acabó dejando sorpresas agradables en todas las modalidades. Eso sí, el público murió con "El embrujo de Cádiz" que hechizó al respetable de principio a fin del repertorio. Lacio enamoró con la música de su pasodoble, y el resto de chirigotas de la noche hicieron pasar un muy buen rato.

Coro Un mundo ideal

Los incondicionales de Mérida se enfundaron la piel de los personajes de Disney más queridos por todas las generaciones. En ese "Mundo ideal" sumergen al público con los acordes de las músicas de las películas clásicas. Primer tango a su amor por Cádiz y sus carnavales, asegurando que nunca le fallarán a la que siente su fiesta. El segundo a una princesa, pero no de cuento sino a la española.

Como cabía esperar el popurrí está plagado de melodías Disney y eso nos invita a seguir con ellos el ritmo de Toys Story, Coco o Aladdín. En algunos momentos el grupo sufre problemas de afinación, pero siempre agradecidos de la visita de esta agrupación que acorta distancia entre Mérida y Cádiz. Habrá que esperar al veredicto pero, sino, la suerte es que los veremos en la batea.

Chirigota La chirigota del Lazio

Los que creían que algo tendría que ver con la Lazio, error. Unos romanos que es inevitable que recuerden a aquellas Ruinas Romanas, aunque con la maravillosa música del Lacio. No parecía mala mezcla y no lo fue. El primer pasodoble a su música, a su seña de identidad y a su presencia en el Concurso.

La segunda letra, entre la música y el mensaje, vellitos de punta. Un homenaje al pregonero, que emocionó al propio Joaquín Quiñones que, como buen carnavalero, estaba en su palco, en el del pregonero. Los cuplés simpáticos, aunque dejan entrever que tendrán mejores para las próximas fases. El estribillo de los que se corerarán en las calles gaditanas la semana de Carnaval. Un popurrí muy metido al tipo con algunos golpes buenos y otros más discretos.

Comparsa Los garrapatas

Tras "los del Lazio" era el turno de la comparsa llegada de Huelva. Y de los romanos a 'Los Yesterday'. "Los garrapatas" llegaban con un aire joven, hippie, mensajes de protesta y con repertorio completo y trabajado. A destacar la originalidad que, con un estilo muy callejero, piden la colaboración del público para que vaya cantando con ellos las primeras estrofas. Suenan bonito. Se nota la experiencia vivida en los concursos de su provincia y el ser hijos de alguien que ha recorrido Andalucía con sus comparsas, incluido el templo de ladrillitos coloraos.

Chirigota todo sobre su Marvel

La chirigota de Sevilla se presenta con un tipo muy original, las madres de los superhéroes de Marvel. Con sus rulos, su tendedero y su chaqueta sobre los hombros que hace de capa de superheroína. Buena puesta en escena. El primer pasodoble, a sus madres. La letra consigue calar en el respetable porque todos sentimos esa admiración a nuestra mayor superheroína: nuestra madre.

Segundo pasodoble al gobierno andaluz, al homenaje al 4 de diciembre con ese recién nacido "Día de la Bandera". Con un remate muy crítico que consigue un unánime y sonoro aplauso del público. Simpática tanda de cuplés con un estribillo que acaba coreando todo el auditorio "a las doce te quiero en casa". Sorpresa la de esta agrupación y grata por dos motivos, por el ratito que nos han hecho pasar y porque la modalidad de chirigotas está ofreciendo buenos repertorios.

Comparsa El embrujo de Cádiz

Y llegaron los niños de la cantera, un año más. Se suponían esperados pero la ovación que siguió al anuncio de Eduardo Bablé lo certificó, la gente tenía ganas de volver a verlos en el Carnaval de Cádiz. Las ganas del auditorio se contagiaban, ellos cantaban "¡cuidao que Cádiz te quiere embrujar" pero los que embrujaron, parece, fueron ellos.

Cuentan que tienen que guardar el embrujo de Cádiz en frasquitos pequeños porque es la herencia que le dejó su abuela. Muy gaditanos, mucha magia, mucha fuerza la de estos jóvenes que siempre serán de la cantera aunque ya estén dentro de los favoritos de adultos.

Comparsa El embrujo de Cádiz Preliminares

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La primera letra a su cantera, de la que se sienten orgullosos y les duelen sus golpes más que a nadie. Preciosa música, preciosa letra y un remate contundente: antes de carnavalero hay que ser gaditano. El segundo pasodoble un "homenaje en vida a Antonio Martínez Ares". De un aprendiz de brujo a brujo al que le deben su amor por las coplas y del que han aprendido a no callar aunque tengan que hablar "del alcalde o del Papa". Dos grandes letras.

Los cuplés muy simpáticos, con una interpretación excelente. El popurrí, como ya hicieran el año pasado, con un ritmo pegadizo que te mantiene enganchado hasta el final. La última cuarteta es magia.

Chirigota La boquita cerrá

Aunque Juanma Bocuñano siempre es recibido con cariño en el Gran Teatro Falla y en el concurso, su chirigota de San Fernando presentó un repertorio más discreto que sus predecesoras esta misma noche. Además, un patio de butaca que había huido en estampida tras la actuación de la cantera, no ayudaba en absoluto. Con un tipo de dictadores y muy metidos en el tipo, cantaban su primer pasodoble a las chicas de We Can Do y en el segundo tratan en clave de humor el trato aún desigual a veces de la participación de chirigotas de fuera de Cádiz, en especial las de Sevilla.

La tanda de cuplés, simpáticas sin más. El primero a los cambios del concurso y el segundo sobre un loro que repite todo lo que dice. El popurrí con mucha poca vergüenza, como la de su autor, entretenido pero cortito de buenos golpes.

Comparsa Las que no pierden el tiempo

Unas viajeras en el tiempo que tuvieron que presentar sus credenciales con menos de la mitad del auditorio ocupado. Bien cantadas, con una sonrisa que aguantaron durante todo el repertorio, las puertorrealeñas disfrutaron la noche y, si se hubiese quedado más gente, seguro que muchos con ellas. El primer pasodoble hace un simbolismo entre las manos y el conflicto eterno entre la derecha y la izquierda. El segundo es una historia de dos amigas de las que una parece que es transexual. Ambos un poco largos y enrrevesados, hacen perder el hilo en algunos momentos. Los cuplés repiten temática: la menopausia.

 
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