Eguaras, de sombrero

Con la mirada puesta en esos fichajes estrella que llegaron sobre la bocina en el mercado de verano, hemos perdido de vista a jugadores que han dado un paso al frente y sin hacer ruido de han puesto la Primera de sombrero.

Lo fichó Rubi para “filtrar pases de gol” cuando militaba en el Real Zaragoza y le costó hacerse hueco en el Almería del ascenso. Ha sido más fácil su caminar por la Primera.

Iñigo Eguaras nació de la cantera de Lezama y por la fábrica del Athletic suelen pasar grandes jugadores. Con mucha ‘Mili’ en Segunda parecía que iba a ser cedido este verano y Rubi se lo quedó sabiendo que daría un paso al frente.

Profesional

Lo de Eguaras es el premio del futbolista honrado al que le cuelgan el cartel de ‘segundón’ por sus años en la categoría de plata, atesorando una calidad de primer nivel.

Sin hacer ruido e implicado siempre ha sabido aprovechar cada minuto que le ha dado Rubi y tanto de titular como entrando desde el banquillo: siempre ha dejado su huella de calidad.

Presencia

Aquello de filtrar buenos pases ha pasado a la historia porque Eguaras con Melero y César de la Hoz hacen más fácil el trabajo de Robertone y pisan el área con intención.

El centrocampista se ha convertido en uno de los fijos a la hora de poner al equipo en el campo controlando la situación ya que sabe ubicarse bien y complementarse con los compañeros. Pisa el área rival y no se lo piensa para disparar.

Control

Cuando el Almería empieza a bajar la presión y el cansancio colectivo se nota la entrada de Eguaras es un alivio porque suele dar balones precisos para los delanteros y los acompaña para ‘barrer’ la línea de rechace.

Eso que dicen los entrenadores de “tener la pelota” es justo lo que hace Eguaras porque no le quema y siempre encuentra una buena solución. No suele jugar hacia atrás y esto lo agradece el equipo.

Eguaras y Melero van a formar una buena sociedad.

Lo de este futbolista es de sombrero.