Jota Linares vuelve al pueblo

Cádiz

Jota Linares se hizo director de cine antes de que a su vida llegara una escena de película. En el funeral de su madre, fallecida demasiado joven por un cáncer, su tío le entregó un diario que ella había escrito cuando era una adolescente. Lo empezó a escribir muy pequeña y lo dejó cuando supo que el bebé que tenía en su vientre, el propio Jota Linares, era niño. En la lectura temblorosa de aquel documento tan valioso descubrió una mujer cargada de sueños que no pudo cumplir. Linares, autor de películas como "Animales sin collar", "¿A quién te llevarías a una isla desierta?", o "Las niñas de cristal", ha reservado este episodio tan importante de su vida real como germen de su primera novela, "El último verano antes de todo" (Editorial Planeta).

Linares mezcla en su primer libro episodios reales de su vida, la aparición del diario de su madre es uno de ellos, con otros inventados, aunque siempre muy agarrados a las vivencias de un pueblo como Algodonales (Cádiz) en el arranque del siglo XXI. Está el drama de la pérdida, los sueños de la juventud, la opresión de los municipios pequeños, lacras como la violencia machista, el acoso o la homofobia y hasta un crimen con un cuerpo aparecido en un lago. En su primer trabajo literario, el autor combina con brillante soltura una historia a dos tiempos, con varios géneros simultáneos ("porque la vida real también tiene muchos géneros") y con una honestidad que traspasa las páginas.

El protagonista es Ismael, un director de cine frustrado que regresa a su pueblo, Laguna, (aunque las descripciones describen perfectamente a Algodonales) para despedir a su madre, que está a punto de morir. Parecería que Ismael es la transmutación del autor, pero, en verdad, Jota Linares se deja parte de su relato vital en otros personajes como sus amigos Raúl, Natalia y Zapata, una generación de almas deseando salir volando de un pueblo donde los parapentes son metáfora de escape. La novela habla de ser de pueblo y de todo lo que ello implica. El lugar donde uno ha sido más feliz, también puede ser el que te ha hecho sufrir más. "Creo que es importante reconciliarse con tus orígenes, no es bueno vivir con rencor", cuenta Jota Linares, a pesar de que situaciones tan fuertes como hacerse itinerarios para evitar los lugares donde le podían pegar hayan sido parte real de su infancia y juventud. No es fácil ser diferente en ningún sitio, menos en un pueblo.

"El último verano antes de todo" avanza con el interés de recrear una juventud desde la nostalgia y el dolor, de homenajear un matriarcado de mujeres luchadoras que nunca se rendían a pesar de todo y que resolvían el mundo, su mundo, sentadas en sillas a las puertas de sus casas, y de desvelar la naturaleza de un crimen que mantiene la intriga hasta el final. Es un libro luminoso, a pesar de que Jota Linares ha llorado mucho escribiéndolo. "Algún episodio ha costado mucho", recuerda. También habla de cine, de sueños profesionales que cuando se hacen realidad no son tan bonitos, de amar siendo joven, de no ser amado por quienes deberían amarte, y de que la vida de cada persona, hasta la más aparentemente sencilla, guardia historias maravillosas. Como la de una madre adolescente con un hijo cineasta. La mujer que escribió un diario lleno de sueños que terminaría transformándose en una novela.

Jota Linares presenta su novela en Cádiz en la Fundación Cajasol el 17 de noviembre a las 19:00