Encuentros SER: Nuevos horizontes para la gestión de residuos de vidrio, papel y cartón

La sede de SADECO ha vuelto a ser anfitriona de la grabación de un programa especial de Radio Córdoba - Cadena SER dedicado a las políticas de sostenibilidad y cuidado del medioambiente. Un contenido específico que la emisora decana de la provincia lleva realizando en colaboración con la empresa municipal durante tres temporadas como parte de los foros Encuentros SER y que en esta ocasión se ha focalizado en nuevas formas de separado, reciclaje y reutilización de los residuos de vidrio, papel y cartón. En la primera mesa de debate han participado Ana Jiménez, portavoz de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL); Alejandro Rodríguez, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Córdoba (UCO); Francisco Requena, técnico del Complejo Medioambiental de SADECO; y Antonio Solanas, gerente de la empresa recuperadora Solanas Recuperaciones Industriales. Jiménez ha puesto de relieve la «enorme transformación que ha protagonizado la industria papelera española en los últimos cincuenta años». Así, ha precisado que «actualmente emplea un 80 % fibras procedentes del reciclaje, se consume la mitad de agua que el año 1990 pese a que la producción se ha incrementado en un 60 %». Además, ha continuado «aplicamos políticas de reforestación de bosques, hemos reducido drásticamente nuestra huella de carbono y casi la totalidad de las plantas de producción incorporan a día de hoy sistemas de autogeneración eléctricas». Eso sí, ha admitido, «el sector atraviesa un momento duro por la subida de costes de producción». Y es que el 62 % de la energía que consume procede de la combustión de gas natural, aunque se esté avanzando en la valorización de biomasa. En adición a esto, la sequía tampoco ayuda a unas empresas que toman, solo de los ríos, ochenta millones de metros cúbicos de agua anualmente, aunque a este respecto, ha puntualizado Jiménez, «se devuelve el 85 % del recurso hídrico al medio, completamente depurado y con unos estándares muy exigentes». La inversión en innovación ha sido una constante aunque quede camino por recorrer. Parte de las tecnologías que la industria del papel utilizará el futuro podrían tener una patente cordobesa si se incorpora el trabajo del ingeniero químico Alejandro Rodríguez. Desde el comienzo de su carrera se ha preocupado por la valorización y reutilización de residuos agrícolas, principalmente los procedentes del olivar. Con ese background, el equipo que lidera en la UCO ha diseñado un sistema de incorporación de esos residuos dentro de producción de papel y cartón «para evitar la pérdida de propiedades que se va produciendo a lo largo del proceso de reciclado del papel». «En los ciclos se pueden incorporar químicos o más fibra virgen, pero nosotros proponemos añadir nanocelulosa procedente de los residuos vegetales», ha explicado el catedrático. En laboratorio, «con este sistema se ha conseguido recuperar hasta en un 200 % las propiedades físicas y aumentar hasta diez veces el ciclo de reciclado del papel y el cartón». Pero vuelve a jugar un papel fundamental la separación en origen. Llenar el contenedor azul única y exclusivamente de papel y cartón es lo que posibilita iniciar un proceso circular, puesto que la introducción de otro tipo de residuos contamina esa materia prima, hace que pierda valor y complica su vuelta al mercado. «En Córdoba no lo hacemos mal» ha señalado Francisco Requena, «pero todavía encontramos cosas en el contenedor que no deberían estar ahí». Según los datos del Ayuntamiento de Córdoba, la tasa de recuperación del papel y el cartón en la ciudad es de 30 kilos por habitante al año, «aunque queremos seguir mejorando la cantidad recogida», ha apuntalado Requena. SADECO se encarga de la recogida del residuo a nivel doméstico pero, a diferencia de con la materia orgánica, no va más allá en el proceso, «sino que nos encargamos de separarlo, clasificarlo, compactarlo y enviarlo a una planta recicladora, por lo que no hay más coste operativo que la recogida». En esa clasificación y preparación del papel y cartón, pero en grandes cantidades, basan su modelo de negocio empresas como Solanas Recuperaciones Industriales. Antonio Solanas, su gerente, lleva más de cincuenta años en el sector, y explica que «estudiamos las necesidades de cada cliente industrial o comercial, instalamos maquinaria —principalmente compactadoras—, hacemos la recogida, eliminamos las impurezas del material, lo separamos por calidades y lo enviamos a un fabrica papelera». Hay estándares en la industria y cada material tiene un valor diferente. «Tenemos que separar muy bien y eliminar todos los restos, porque si no el valor del papel es muy bajo e incluso puedes enfrentarte a descalificaciones», detalla Solana. Además, ha puesto de relieve la importancia de «centrar el foco de las campañas de concienciación y persuasión en las PYMEs y en el comercio». Sobre este asunto, ha resaltado que «el 77,8 % de la utilización del cartón en España se hace en industria o comercio». El panel de expertos convocado en este Encuentros SER coincide en que determinadas formas del papel están recuperando el espacio que en su día le robó el plástico, «principalmente por concienciación ciudadana sobre sostenibilidad y acerca de la influencia del cambio climático». Salvo el papel para prensa, el sector se está expandiendo. Y también se están desarrollando productos novedosos, ha apuntalado Alejandro Rodríguez poniendo el foco en el sector de la alimentación. Así, destaca la «posibilidad de impregnar el papel con agentes microbianos o antioxidantes para envolver alimentos, también la opción de frenar el avance de rayos ultravioleta o incluso la producción de papeles electrónicos, que cuentan con sensores capaces de enviar señales sobre el estado del producto a las empresas de distribución» En la mesa redonda sobre vidrio han intercambiado conocimientos y experiencias Juan José Zabala, delegado de Ecovidrio en Andalucía y Extremadura; Ana Cámara, responsable de Medioambiente de la empresa transformadora La Veneciana - Saint Gobain; y Sergio Rodríguez, vicepresidente de la asociación de hostelería Hostecor. Todos ellos se han sumado a Francisco Requena, que repetía en el espacio de debate. «El vidrio, bien separado, puede reciclarse al 100 % y presumimos de ello», ha iniciado el portavoz de Ecovidrio, aunque desde SADECO reconocen que «todavía queda trabajo por hacer con la ciudadanía, pues en muchas ocasiones encontramos materiales cerámicos». De hecho, ha incidido Zabala, «es importantísimo que depositemos sólo envases de vidrio y no vasos u otro tipo de cristales, pues contienen materiales que complican el reciclaje». En esa conciencia debe avanzarse en formación para la ciudadanía, «y especialmente para el sector hostelero, que genera el 52 % de los residuos de vidrio en este país». Por ello, ha precisado Sergio Rodríguez, «desde Hostecor estamos realizando talleres e iniciativas como Hostelería X El Clima a fin de reducir nuestro impacto medioambiental y formar tanto al personal de sala como al de cocina en un separado de residuos adecuado». De hecho, campañas desarrolladas por Ecovidrio han conseguido que, en apenas dos años, se consiga que el número de establecimientos hosteleros de Córdoba que recicla se aumente hasta el 88 % —más del doble—, aunque todavía lejos de la media nacional.. En Córdoba, SADECO se encarga de la recogida del residuo, el depósito en el CMC y un breve filtrado de impurezas para después enviarlo a un ente reciclador externo. No obstante, se está trabajando en innovaciones relativas a la optimización de este servicio: «desde la adquisición de vehículos eléctricos o de gas hasta la instalación de sensores de llenado de contenedores de cara a la optimización de las rutas de nuestros camiones», ha explicado Francisco Requena, que sitúa «el vidrio como elemento perfecto para esta tecnología porque se va rompiendo al depositarlo y no da sensación de falso llenado». La Veneciana está integrada en el grupo Saint Gobain, con más de 250 años de historia como transformadores de vidrio. Su responsable de medioambiente, Ana Cámara, ha repasado el proceso de producción: «El vidrio se fabrica, principalmente, con arena de sílice, caliza y dolomita, además de otros aditivos; unos materiales que pasan a unos hornos que alcanzan hasta 1.600 grados de temperatura para fundirlos y después se extiende con un proceso controlado de enfriamiento». Paso a paso, ha detallado, «vamos reduciendo la temperatura hasta que el vidrio solidifica y vamos produciendo las planchas en distintos tamaños y formas, según las necesidades del producto final». En esta fábrica producen los 365 días del año para producir hasta 900 toneladas de vidrio diarias. En ese proceso incorporan un 30 % de material reciclado. No obstante, ha puntualizado Cámara, «tenemos el objetivo de incrementar en un 10 % ese volumen a medio plazo, no solo por responsabilidad empresarial, sino por que con el vidrio reciclado disminuimos la temperatura de fusión, consumimos menos energía y recursos naturales y emitimos menos CO2 a la atmósfera».

Álvaro Guerrero Jiménez