El Patrimonio de la Salud Mental

Hasta el 27% de los problemas de salud mental en España se atribuyen a las condiciones de trabajo. Es un mal mayúsculo de las clases medias y trabajadoras del siglo XXI. Hay sanitarios doblando turnos, empleados de banca obligados a vender televisores para cumplir objetivos, autónomos incrementando servicios por precios más bajos, freelance graduados por 60 euros la jornada cuando le llaman y asalariados del sector privado asfixiados por miedo a perder el empleo. En la última semana, solo en la última semana, tres profesionales a los que he acudido estaban inoperativos por cuadros de ansiedad.

Hasta el 18% de mujeres de entre 35 y 84 años sufre trastornos de ansiedad o sus síntomas; y entre el 35 y el 50% o no reciben tratamiento o no es el adecuado. Hay una clamorosa falta de profesionales.

En Europa hay 18 psicólogos por cada 100.000 habitantes; en España la cifra baja a seis; y en Andalucía queda por debajo de cuatro, es decir, un psicólogo por cada 33.000 ciudadanos. Aún no hay servicio en atención primaria y la psicología se mueve en el sector privado.

Potenciar la salud mental es un compromiso electoral del presidente Juanma Moreno. Así lo anunció el primer día de campaña. No es un objetivo inalcanzable. Sirva este ejemplo: con 120 millones de euros, lo que ingresó Andalucía en un año por el impuesto de Patrimonio que la Junta va a suprimir, se pueden contratar a 2.500 profesionales de la psicología. Para llegar a la ratio de la Unión Europea se necesita incorporar a menos de la mitad de esa cifra y el coste se reduce a 50 millones de euros.

Es más urgente equipararnos a Europa en la calidad de los servicios públicos que en la supresión de determinados impuestos. Mantener La Salud Mental de la ciudadanía nos permite conservar nuestro verdadero Patrimonio.