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Sociedad

Un carro de compra a medio llenar. Unos niños casi sin cenar

Rosa Elvira antes llenaba el carro de la compra con 50€, pero ahora, apenas consigue con eso lo suficiente para que en casa se alimenten, que no sólo se llenen.

Un carro de compra a medio llenar. Unos niños casi sin cenar

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Madrid

Rosa Elvira es cocinera. Originaria de Perú, vino a España amenazada por una mafia que extorsionaba a su familia. Vive con su marido y sus cinco hijos en Alcobendas. La subida del precio de la electricidad y sobre todo la de los alimentos, le ha obligado a reducirles las comidas a sus hijos. A los más pequeños, les da cuatro comidas y tan solo tres a los más grandes. Si mensualmente, ya ajustada, gastaba en torno a unos 200€ en la compra, ahora gasta unos 100€ más. “A veces no alcanza para que ellos coman cosas buenas. Trato de llenarlos hasta que mejore la situación”, cuenta mientras camina en un supermercado para hacer la compra de su familia.

Con la subida de los precios, no han amainado sus ánimos ni su dignidad para sacar adelante a sus hijos: “Un adulto como sea se aguanta el hambre, pero los niños no te dicen eso. Ellos no te van a decir, “Sí, mamá. Hoy no como””. Tres paquetes de pan de molde le duran una semana, 1.25€. Yogures en pack de 16 en oferta para que le duren y de algo de cenar a su bebé de casi 18 meses y a su hija de 5 años. La leche entera, 4.32€ el paquete de 6. Los cereales, los más baratos, 1.05€. Cuando no le alcanza para el pollo, que es de lo más barato entre las carnes, usa su ingenio culinario para completar la alimentación proteica de sus hijos con verduras y legumbres. El pescado “es recontra alto”. Hace meses que no lo comen en casa. Y para guisar, como el aceite es un lujo, sencillamente hierve. Antes llenaba el carro de la compra con 50€, pero ahora, apenas consigue con eso lo suficiente para que en casa se alimenten, que no sólo se llenen.

Encarecimiento de la energía

El único ingreso en el hogar de Rosa Elvira por ahora es el suyo. Su marido se encuentra de baja en casa por un accidente laboral, así que los 588.48€ que recibe por sus 20 horas obrando en cocina no son suficientes para poder sufragar el alquiler de su piso, el comedor del colegio de sus hijos ni los gastos de los suministros energéticos en casa. “Estábamos pagando entre 40€ y 45€ y ahora estamos pagando 55€ más que nos han subido por los servicios”. Ella prioriza mantener su casa y que sus hijos no pasen hambre. Algo tan básico como techo y comida es para ella ahora mismo lo más importante de su vida.

Nunca imaginó que tendría que pedir ayuda, Cáritas lo ha hecho y ella lo agradece. Ha solicitado una ayuda en servicios sociales, pero a veces le ha incomodado el trato recibido, está a la espera de saber si se la han concedido o no. Pese a la situación tan difícil que están viviendo, Rosa Elvira no pierde la esperanza ni el optimismo. “A veces no sé qué hacer. Trato de ponerle buena cara a este tiempo” nos dicen mientras se despide y regresa a su casa.

 
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