SOS Tajo
Alabar el espíritu de esos vecinos que quieren un Tajo mejor, es la única forma de que se escuche ese “SOS” que nos lleva enviando nuestro río
Toledo
Una vez más tengo que hablar de nuestro río, la verdad que lo quería hacer más adelante, pero después de comprobar que los vecinos de Toledo quieren mostrar su preocupación por el Tajo, no podía hacer otra cosa que apoyarles desde aquí y dar mi visión.
El sábado pasado, la Asociación de vecinos La Mezquita, escribió en la ribera “SOS Tajo” con la intención de exponer públicamente los problemas que existen en cuanto al caudal, calidad del agua, como también sobre la cantidad de residuos que se encuentran en ambas orillas.
Como escribí hace ya unas semanas, es fundamental acercar el río a la ciudadanía, hacer que los toledanos y visitantes quieran “bajar” al Tajo. Para que lo anterior ocurra, es básico que se den unas condiciones óptimas que actualmente no se cumplen.
El papel de la ciudadanía es crucial para reclamar una solución de una vez por todas, ya que todavía existen muchos vecinos de nuestra ciudad que a los jóvenes nos cuentan que se bañaban en el río. Es una pena escuchar esa vivencia y comprobar que actualmente acercarse al río significa que te puedes encontrar cualquier cosa.
La contaminación que por desgracia sufre el Tajo es conocida por todos, incluso el Ayuntamiento de Toledo recibe multas de forma puntual por vertidos que se realizan. Una circunstancia que nos debe hacer reflexionar sobre el modelo de ciudad que queremos, pero también plantearnos que se está haciendo mal por parte de los poderes públicos.
El río Tajo necesita una solución cuanto antes, no podemos dejar morir el origen de nuestra ciudad. Los gobiernos nacional, regional y local deben sentarse y pensar una estrategia para mejorar la situación actual, porque además de que cada año el caudal es más pobre, nos encontramos con un ecosistema que está agonizando.
Porque el río no necesita ocupar portadas, ni titulares de periódico con grandes planes como la creación de un parque fluvial. Para desarrollar todos esos mastodónticos proyectos, lo primero que debemos tener claro y más los de “arriba”, es que debe ser una obligación solucionar los problemas actuales con los que cuenta el Tajo, que no son pocos.
Debemos alabar el espíritu de esos vecinos que quieren un Tajo mejor, es la única forma de que se escuche ese “SOS” que nos lleva enviando nuestro río desde hace mucho tiempo. Algo que las nuevas generaciones debemos de tener grabado en nuestra cabeza, ya que somos vitales para que se de el cambio necesario.
