A vivir que son dos díasLas edades de Millás
Sociedad

Así se fabrica la punta con la que Millás hiere el papel

Visitamos la fábrica de bolígrafos Bic en París

Así se fabrica la punta con la que Millás hiere el papel

Así se fabrica la punta con la que Millás hiere el papel

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Madrid / París

En un fin de semana en el que todo el mundo mira al Palacio del Elíseo, nosotros nos dirigimos a un lugar cercano al de la Bella Durmiente. En Montévrain, al lado del Parque Disney, se encuentra la fábrica de los bolígrafos con los que Juanjo Millás escribió sus primeras novelas. En El Mundo cuenta con nostalgia por qué el Bic naranja (que escribe más fino que el Bic cristal, que escribe normal) es su instrumento favorito para construir una historia sobre el papel. Se lo cuenta también, en el estudio, a Javier del Pino con una joya en la mano: el manuscrito de una de sus novelas. Normalmente escribía tres versiones, la tercera era la definitiva la corregida “¡con la pereza que daba hacer correcciones escritas!”.

Después vino la máquina de escribir, a la que nunca se acostumbró. Y por último se impuso el ordenador que, en cambio, no ha podido desterrar al bolígrafo que siempre está encima de la mesa o en el bolsillo de su chaqueta. Uno nunca sabe cuándo llega la idea o una nota que luego pueda desarrollar.

Con estos antecedentes el viaje a Bic se convierte en algo más que la visita curiosa a una fábrica. Elisabet Boldú es la directora de marketing en Europa y la encargada de contarnos y traducir lo que los trabajadores hacen en cada etapa. Si piensas que el mecanismo de un bolígrafo es sencillo te animo a que escuches el audio. Solo el proceso de preparación de las bolitas que van en la punta tarda entre 7 y 9 días. La mezcla secreta de las tintas, el afilado de las puntas, el moldeado de los cartuchos, los cuerpos, los capuchones, los tapones del extremo, los bolígrafos de 4 colores…

Quelques une des futurs billes de crayons de l'usine Bic de Marne la Vallée sont contrôlé au microscope après leur passage en presse. / JEREMY LEMPIN

Por encima de nuestras cabezas suenan los granos de plástico que corren por varios tubos en el techo. Polvo de carburo, pasta de diamante, polipropileno… Son las materias primas con las que juegan para moldear los bolígrafos, tan coloridos que parecen caramelos.

Bic es una empresa gigante con sedes y fábricas distribuidas por todo el mundo y con una facturación anual de dos billones de euros de los cuales la escritura representa el 37% del negocio. Las cifras de producción diaria impresionan: 17 millones de pellets, 7 millones de bolas, 7 millones de puntas, 2,5 toneladas de tinta, 3,5 millones de cartuchos de tinta, 3 millones de bolígrafos.

Interior de la fábrica de bolígrafos de Bic en Francia / Franck_Juery.

Para cada bolígrafo cristal que se fabrica hay 70 controles de calidad en toda la cadena de producción. Su actual objetivo es reducir la huella medioambiental. Este año recuperaron 55 millones de bolígrafos desechados para reciclarlos y convertirlos en otros objetos útiles y en el departamento de investigación estudian otros materiales como el bambú, el aluminio, el cartón, la madera… Aunque como el Bic naranja ninguno (según Juanjo)

Dibujo hecho con bolígrafos Bic / Kevin Lucbert / Fabrica Bic

Paqui Ramos

Paqui Ramos

Casi siempre en la radio. Siempre en la SER. Trabajando con Javier del Pino y yendo a sitios con Juanjo...

 
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