La final de la Copa del Rey pesó demasiado

Sevilla

El Betis de Pellegrini intentó olvidar la gran final de la Copa del Rey del próximo sábado, pero le resultó imposible. El equipo bético tenía la posibilidad de alcanzar a los equipos de Champions y, de momento, no lo consiguió. El técnico intentó casi todo para dar guerra a los de arriba, dentro de la lógica. En la alineación inicial incluyó a alguno titulares, como Canales o Fekir, y en los cambios de la segunda mitad sacó todo lo que tenía: Álex Moreno, Borja Iglesias, Joaquín, Carvalho...

El encuentro tuvo el ritmo de un equipo que su cita más importante la tiene el sábado. Sin embargo, el equipo verdiblanco tuvo varias llegadas peligrosas, con tiros envenenados de Canales y Juanmi, pero sin la intensidad ni la insistencia necesarias para complicarle la vida al Elche, bien parapetado en su portero y las carreras de Mojica.

Los cambios del Elche también tuvieron intención de buscar algo más en ataque. Con todos en el campo -sólo dio descanso a Fekir en los últimos minutos- Josán aprovechó un servicio de Gumbau para conectar con Morente, que hizo el único tanto del partido. A partir de ahí, el Elche se defendió bien, complicó la vida y desesperó al Betis, hasta el punto de quedarse con un jugador menos con la expulsión a Paul.

Pellegrini y su equipo lo intentaron, con la mirada puesta en el sábado en la Cartuja, es inevitable. Esa final pesa demasiado. Por ello, la afición del Betis cambió el chip con el pitido final y se dedicó a recordar que el sábado está el título de la Copa del Rey en juego, así como una plaza directa para la Europa League.