Kabi Etxea, el segundo hogar de Laia

Bilbao

Alberto Pigazo y su pareja buscaban una forma diferente de cuidar y educar a su hija Laia, de 15 meses. Así, se toparon con las llamadas Kabi Etxea o casas nido, hogares acondicionados para atender a niños y niñas de entre 0 y 3 años, una alternativa a las escuelas infantiles. En un ambiente familiar, un profesional especializado en educación o pedagogía adapta su casa y la convierte en accesible y segura para una crianza alternativa muy afianzada ya en muchos países de Europa. En Gipuzkoa se pusieron en marcha en 2015.

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Laia acude todos los días a casa de Carmen Aldavero hacia las nueve de la mañana. "El horario es muy flexible", ha apuntado Alberto en A vivir que son dos días Euskadi. "Allí pasa el día hasta las dos y media de la tarde junto a otra niña y Olivia, la hija de Carmen". Gracias a la formación de Carmen, las niñas realizan diversas actividades con las que se estimulan, aprenden y desarrollan diferentes habilidades.

Para Carmen, es una forma alternativa de cuidar y de criar. "En cada Kabi Etxea puede haber un máximo de 4 niños o niñas". Las madres de día o educadoras, que así se les llama, deben contar con formación relacionada con la educación o la psicología. Según explica, se crea un clima de confianza con las familias ya que el trato es muy directo y la educadora conoce de primera mano cómo se encuentra la niña.

Impulsado por la Asociación Kabi Etxeak Gipuzkoa, por el momento, este formato no cuenta con ninguna financiación pública. Las familias participantes animan a los profesionales a apostar por estas casas nido y abrir nuevos hogares.