Terror en el supermercado
Ángeles Sánchez-Infantes, periodista de Castilla-La Mancha Media
Toda la responsabilidad siempre cae en el consumidor
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Toledo
Nunca me ha gustado ir a la compra. Siempre me ha generado mucho estrés.
Primero eran los precios, hay que comparar, mirar las ofertas, comprar en varios sitios para abaratar el carro … Luego el aceite de palma. Había que ir esquivando los productos con ese aceite, que al parecer es veneno. Posteriormente el azúcar, ya sabéis que el azúcar tiene muchos nombres ( dextrosa, glucosa, sacarosa, galactosa) esto es, perdónenme la comparación , como los nombres de Dios y al azúcar, también como a Dios, te lo puedes encontrar en cualquier parte.
A todo esto se sumó lo de los productos light, que primero empezaron siendo buenos y luego resultó que no .Y para rizar el rizo llegó lo del REAL FOOOD, eso de que hay que comer comida de verdad, sin procesar…vamos lo que en casa de mis abuelos y de mis padres era lo normal, lo que pasa es que ahora al parecer no .Por si nos faltaba algo llegó también la moda de los “super alimentos” , esos que realmente no son “super nada”, como la quinoa, las bayas de goji, la chia o la espirulina…
Pues aún hay más porque al contenido se suma el continente, los envases hay que ir con el carro para no consumir plástico y no comprar nada plastificado. Ahora las pajitas son de papel, que da mucha dentera, y nos quitan los bastoncitos de las orejas. Eso solo lo perdono por el bien del planeta. Lo del confinamiento mejor me lo salto ¿Os parece poco estrés ir a la compra con este panorama? Pues en estas semanas ha llegado el remate final gracias a los posibles desabastecimientos…Los paros, y digo bien, paros del transporte, además del estrés han hecho que vaya al supermercado con miedo. ¿Habrá leche, habrá yogures, habrá arroz, habrá pasta? El aceite de girasol no lo he usado nunca, menos mal, una cosa menos en la que pensar… Pero es tanta la psicosis que yo que siempre empiezo el recorrido del supermercado por la izquierda, no me preguntéis por qué, esta semana he empezado girando a la derecha y cuando he visto las estanterías llenas de leche han oído mi suspiro de alivio hasta las cajeras.
Y digo yo ¿por qué al final toda la responsabilidad recae en el consumidor? Tienes que comprar barato, sano, ecológico, responsable con el planeta y además asegurarte de llegar a la hora buena para que no te falte de nada…A ver si el colesterol nos sube más por el estrés de la compra que por lo que compramos o no compramos, por lo que comemos o no comemos. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida
