Las historias de los fusilados en "A vivir que son dos días Euskadi"
Los nietos de dos fusilados vascos por el franquismo nos han contado su historia y ponen rostro a las 2.194 personas que fueron ejecutadas en Euskadi por luchar por la democracia
:quality(70):focal(586x336:596x346)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisaradio/V6BFICJACJDA5KZC2CRIERLENI.jpeg)
Bilbao
Con motivo del acto conmemorativo organizado hoy en Derio por el Gobierno Vasco y Gogora en memoria de las personas fusiladas por defender la democracia entre los años 1936 y 1945, charlamos con Yolanda Echániz Viguri y Ángel Valdivielso, los nietos de dos de los fusilados durante este periodo en Euskadi. También nos acompaña Jon Penche, el coordinador de la investigación sobre víctimas mortales de la Guerra Civil en Euskadi.
Durante esos nueve años más de 2.000 personas fueron fusiladas en Euskadi, entre ellas Víctor Echániz González y Juan José Valdivielso Labrador, los abuelos de Yolanda y Ángel. En "A vivir que son dos días Euskadi" recordamos sus casos junto a su familia y Jon Penche.
Las historias de los fusilados en "A vivir que son dos días Euskadi"
25:27
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1648294532929/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Víctor Echániz González
Víctor Echániz González era natural de Sopuerta y vecino de Muskiz, de 38 años, casado y con 6 hijos. Fue procesado por un Tribunal Militar en Santoña y condenado el 10 de noviembre de 1937 a la pena de muerte por un delito de adhesión a la rebelión. Ingresó en la prisión de El Dueso (Cantabria) y fue trasladado a la Prisión Provincial de Bilbao el 28 de noviembre de 1937 donde permaneció hasta su ejecución el día 8 enero de 1938. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de Derio y pasaron al osario general el año 1950.
Juan José Valdivielso Labrador
Juan José Valdivielso Labrador era vecino de Ondarroa, tenía 45 años, era forjador de profesión, viudo y presidente de la Junta Administrativa del Sindicato Metalúrgico de Bilbao de la U.G.T. Fue juzgado en la Causa general de Bilbao del año 1934 por un delito de rebelión militar. Durante la Guerra Civil luchó como teniente en la 4ª compañía del batallón Fulgencio Mateos (UGT) desde la segunda quincena de octubre de 1936 hasta la segunda quincena de abril de 1937 y como capitán de la 4ª compañía del batallón Ingenieros nº 14 desde junio hasta septiembre del mismo año. Posteriormente, ingresó en la prisión de Gijón el 23 de octubre de 1937, fue juzgado en Consejo de Guerra en Gijón el 12 de noviembre de 1937 y condenado a pena de muerte por un delito de rebelión militar. Fue fusilado el 20 de noviembre de 1937 y sepultado en el cementerio de Ceares (Gijón).
