El desconocido patrimonio cultural gomero

Santa Cruz de Tenerife

El invitado del espacio Crónicas canarias de esta semana es Juan Carlos Hernández Marrero, arqueólogo de la Unidad de Patrimonio Cultural del Cabildo de La Gomera. Hernández Marrero se estableció en la Isla a comienzos de este siglo XXI desde 2007 se encuentra al frente del Museo Arqueológico. Junto a él, Juan Carlos Castañeda y Miguel Ángel Clavijo comparten tiempo de radio este viernes para sumergirse en la riqueza arqueológica de la isla colombina, muy poco conocida en comparación con otras pero no por ello menos interesante.

De su mano, realizan un recorrido por los inicios de la investigación arqueológica en La Gomera. Partiendo desde sus más tempranos trabajos,llevados a cabo por un importante historiador y médico canario, Juan Bethancourt Afonso. En 1874, el autor de 'Historia del Pueblo Guanche' llevó a cabo una serie de excursiones a la Isla, a partir de las cuales recogió una serie de datos que reflejó en varias publicaciones.

Sin embargo, no fue hasta el período entre 1945 y 1953 cuando Luis Diego Cuscoy, aunque sin que pueda considerarse un planteamiento estructurado, excavó lo suficiente como para darse cuenta del potencial que presentaba el territorio.

La primera gran excavación científica que se realizó en la Isla se realizó en 1973 por parte de Manuel Pellicer. Tanto Clavijo como Hernández Marrero se refieren a los trabajos en este campo que se realizaban como "de arqueología heroica", en referencia a los escasos recursos con los que se contaba. Los estudios de este tipo comenzaron a "coger ritmo", según relatan los especialistas. De hecho, fue en 1994 cuando se incorporan Juan Carlos Hernández Marrero y sus compañeros de universidad, instalándose de manera estable. El proyecto del museo se pone en marcha en 1998 y abre sus puertas en 2007.

El momento más emocionante del programa llega cuando nuestro invitado relata en primera persona el hallazgo que protagonizó en 2005, el de las Toscas del Guirre, que cambiaría para siempre la idea que se tenía de la historia de La Gomera. Hernández relata que fue por casualidad, paseando en una tarde lluviosa, al entrar a refugiarse en una especie de cueva cuando, al mirar a la pared del fondo, comenzó a ver una serie de líneas grabadas en la pared. "Empecé a distinguir letras que iban subiendo hasta el techo", explica, un hecho del que no había ningún ejemplo hasta ese momento y que suponía el paso de la prehistoria a la historia, tomando la convención de que la escritura marca la frontera entre una y otra. "Es el hallazgo detrás del que vas toda la vida", asegura, "algo que signifique una aportación al campo que estás estudiando".