Excluir a los violentos
¿Tiene algún sentido invitar a los organizadores de una protesta que son incapaces de garantizar un servicio de seguridad propio, como hacen los sindicalistas?
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Barcelona
El lío del transporte va rápido y lento. Como todos los conflictos de hoy, se disparó en minutos. Y encauzarlo cuesta mucho tiempo. Ley de vida. Y ocurre además como en las negociaciones europeas. Cuando se palpa el acuerdo, la ceremonia dura más y más. Hasta que llegue el pacto, nadie se levanta de la mesa.
Algunos sostienen que es un error no invitar a las conversaciones a la Plataforma organizadora del lío. ¿Tiene algún sentido invitar a los organizadores de una protesta que son incapaces de garantizar un servicio de seguridad propio, como hacen los sindicalistas? Con una organización que ampara o no condena la violencia de sus seguidores, hay poco que hablar. Su balance, más de 40 detenidos y 400 pinchazos y otros daños a otros camioneros. ¿Alguien sensato se sienta con ellos? No, no y no. Porque además, acercarse al violento ahuyenta al civilizado.
Ya sabemos lo que da de sí la Plataforma. Su portavoz, de cuyo nombre es mejor no acordarse, ha declarado que se pacte lo que se pacte, seguirá echado al monte. "Hasta que no me siente con la ministra". Pero ¿esto va de gasóleo o de egos?
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Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...