Protesta de transportistas en Aragón: "Estamos en democracia y tenemos derecho a una huelga y a protestar"
Décimo día de protesta de los camioneros. Un centenar de ellos han hecho hoy una marcha lenta desde la Ciudad del Transporte de Zaragoza hasta la planta de Stellantis en Figueruelas
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Paro de los transportistas en la Ciudad del Transporte en Zaragoza
Zaragoza
Diez días de paros y la situación no ha mejorado. Lo dicen los transportistas aragoneses, que siguen adelante con las movilizaciones para exigir al gobierno que se reúna con ellos ante la situación de desamparo que viven.
Entre sus peticiones, que pongan tope al precio del combustible, un límite a la competencia desleal, que se baje la edad de jubilación a los 60 años y, sobre todo, piden respeto ante el trabajo que realizan y que, aseguran, sigue sin valorarse.
Poco después de las 11 de la mañana, partía un centenar de transportistas desde la Ciudad del Transporte de Zaragoza, con destino a la planta de Stellantis en Figueruelas (Zaragoza).
Emilio Seco, portavoz de la Plataforma en Defensa del Transporte de Mercancías, considera que "la situación está empeorando" porque "la ministra no quiere hablar con nosotros pero que recuerde que, cuando nos necesitó en la pandemia, allí estuvimos todos los compañeros".
Pero "ahora nos manda a la Guardia Civil, porque nos van a denunciar, metiendo miedo; estamos en democracia y tenemos derecho a una huelga y a protestar".
Aseguran que con los costes actuales la situación es inasumible y por eso paran. Los gastos cada vez son más elevados pero hay mucho más. "Llevo 6 millones de kilómetros, cualquier día me puede doler la espalda, tener una hernia discal y eso nadie me lo reconoce", relata Pedro María.
"Un tío con 64 años, subiendo y bajando por encima de las plataformas... y circulando con 40 toneladas a 90 kilómetros por hora porque vas con horas, pues no puedes aflojar, pero eso ha sido siempre y tengo asumido que será difícil que cambie", continúa.
Las nuevas generaciones tampoco se muestran demasiado optimistas. Iván tiene 26 años, y lleva 3 con el camión. "Ha habido otras huelgas pero esto es insostenible", señala. "Aprietan, aprieta y aprietan... y llega un momento que no puedes luchar más". Considera que "si medio lo arreglan, podremos seguir; si no, mal".
Sobre el desabastecimiento del que se les acusa, Emilio Seco cree que "lo están aumentando, tampoco hay tanta falta de tanta alimentación como dicen y les están diciendo a la gente que no llenen las estanterías; nos están metiendo presión por ahí".