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Una empresa química alerta de que la huelga de transporte puede dejar sin agua potable al norte de España "en cuatro días"

"Se debería interrumpir el suministro de agua potable y enviar una alerta sanitaria"

Decenas de transportistas han cortado este viernes, durante aproximadamente media hora, la autovía del Noroeste (A-6) en ambos sentidos a la altura del municipio lucense de O Corgo. / EFE/eliseo trigo EFE

MADRID

La huelga de transportes está dificultando la llegada de productos frescos a ciertas zonas, pero los efectos del paro indefinido —que el Gobierno ha relacionado con la extrema derecha— pueden acabar siendo mucho más graves porque también están empezando a escasear los productos que se utilizan para potabilizar el agua, con el riesgo para la salud pública que eso conlleva.

En declaraciones a la Cadena SER, José Luis Caravia, gerente de Asturquimia, asegura que la huelga de transportes "ha comprometido al 100% el sistema de administración de hipoclorito sódico para cloración de agua en las estaciones municipales de agua potable".

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"Nosotros somos uno de los principales suministradores del norte de España y no están recibiendo producto. Los que ya se están quedando sin stock nos están llamando desesperados", asegura. "Y sabemos que otros compañeros de España están igual".

En España solo hay tres grandes compañías químicas que suministran el hipoclorito sódico a los ayuntamientos (y al resto de empresas pequeñas). Una de ellas es Asturquímica, que también produce productos para la limpieza del hogar, como lejía y amoniaco, y que lleva desde el lunes sin recibir materias primas ni suministrar producto a sus clientes.

Amenazas y agresiones físicas

"Tenemos dos transportistas asociados y ninguno pede circular. El lunes un piquete vino a amenazar a un empleado, pero desde el martes se han producido agresiones. A uno le han agredido físicamente y a otro le han destrozado el camión", señala. "Ahora los transportistas no pueden salir, bien porque sus vehículos están estropeados o bien porque son prudentes y quieren evitar el conflicto".

Según Caravia, "si la situación no se soluciona en cuatro o cinco días, la semana que viene va a haber problemas muy graves, al menos en la cornisa cantábrica" ya que, al no poder clorar, "se debería interrumpir el suministro de agua potable y enviar una alerta sanitaria".

"Me parece bastante preocupante porque ya no estamos hablando de que falte un producto en un lineal, sino de una cuestión de salud pública y salubridad. La solución pasa por que el hipoclorito sódico y todo el material necesario se restablezca de manera inmediata".

 
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