La sonrisa del gol tras huir de la guerra

Toledo

El deporte como medio de escape ante una guerra. O una forma de sonreír cuando sin saber el motivo te cogen en brazos para salir huyendo de tu país. Son muchos los niños, que junto a sus familias, han tenido que dejar su casa y su vida en Ucrania. Ya están llegando a países como España y a lugares como Toledo, donde la solidaridad también se muestra en gestos como el que hemos conocido este miércoles en el tramo local de Hoy por Hoy.

Lo protagoniza la escuela de fútbol sala Moprisala, que con sede en la capital de Castilla-La Mancha forma a más de 200 jóvenes en la práctica de este deporte. Y estos días han dado un paso más en su aprendizaje integrando a seis jóvenes ucranianos que ya han podido sonreír y olvidarse por unas horas de la tragedia que viven compartiendo sonrisas con sus nuevos amigos españoles.

Nos lo ha contado José Manuel Sánchez Monroy, una de las caras visibles de este club y que ha reconocido la "emoción y a la vez satisfacción" que han sentido tras su primer entrenamiento. Son jóvenes de entre 6 y 17 años y que han llegado a esta escuela "a través de unas familias del club, que conocían la llegada de varias familias a Toledo y me propusieron que pudieran acercarse al deporte". Ninguno había practicado este deporte en Ucrania aunque sí hacían natación o balonmano.

Toda la familia de esta entidad deportiva se ha volcado en su recibimiento, en la ropa necesaria, las botas y lo que en definitiva necesiten para poder disfrutar en tiempos tan complicados para su patria. Un pequeño respiro también para las familias "que estarán pensando ahora en 1000 cosas y al menos durante unas horas tienen a sus hijos disfrutando en este caso del deporte".

De momento no les preocupa si a nivel federativo podrán o no competir en las distintas ligas donde militan sus equipos, porque lo más importante es que se distraigan, disfruten y aprendan valores que solo el deporte es capaz de proporcionar a través de su lenguaje universal. Que eso sí, supone -lo de la lengua- una barrera que cuanta de momento con la ayuda de una familia afincada desde hace años en Toledo, en concreto de un karateka que está haciendo en estas primeras sesiones de traductor.

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En redes sociales se puede ver el emocionante momento en el que uno de estos jóvenes ucranianos marcaba un gol en un entrenamiento y todos sus nuevos compañeros acudieron a celebrarlo con él, que no paraba de reír y disfrutar el momento.