"Los refugiados sufren una lucha interna: se sienten culpables por haber dejado Ucrania y alegría por salvar a los niños"
Dos jóvenes ucranianas y sus familias son acogidas por María Gracia, propietaria de una empresa hostelera de Can Picafort, ella tuvo claro que tenía que ayudar a las jóvenes que contrataba los veranos para para trabajar.
:quality(70)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisaradio/OFFBZEOI73MGTQ2SELGNNUEFLQ.jpg)
CRACOVIA (POLONIA), 09/03/2022.- Refugiados ucranianos esperan al autobús fletado por Farmacéuticos Solidarios, para emprender su viaje a España. EFE/Rodrigo Jiménez / Rodrigo Jiménez EFE
Palma
Se sienten culpables por haber abandonado Ucrania y estar a salvo. Ahora quieren empezar a trabajar cuanto antes para mandar dinero a su país con el que ayudar a los militares ucranianos. Nos lo cuenta María Gracia quien acoge en una vivienda de su propiedad a 13 personas, 8 adultos y 5 niños y espera la llegada de otra joven con sus dos hermanas pequeñas.
Maria Gracia Ucrania Can PIcafort
11:36
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1646919594341/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Lo que empezó siendo un contacto laboral ha acabado siendo su refugio. Juliia y Margarita contactaban hace 4 años desde Ucrania con María Gracia y su marido para trabajar en verano en can Picafort. Estudiaban en Polonia y con lo que conseguían en verano podían pagarse sus estudios, así vinieron 3 veranos y tenían la mirada puesta en repetir esta temporada. Pero la guerra ha truncado sus planes... ya están aquí. Cuenta María que contactó con ellas cuando empezó a escuchar sobre una posible guerra y les pidió que vinieran, ellas hasta un día antes del ataque, les dijeron que no se preocupara que estaban bien.
La primera en llegar, hace dos días, Juliia con su madre, sus hermanos y otra familia, iban a llegar 5 pero desembarcaban 13 en el aeropuerto de Palma. Gracia iba a ir a buscarles a Polonia pero ellos lograron un vuelo desde Viena y unos clientes del establecimiento hicieron de red de ayuda. El momento del encuentro, dice María, muy duro, lloraron todo el camino, destaca la responsabilidad que recae sobre estas jóvenes que cruzan países con su familia.
A su llegada a Can Picafort dice María que el pueblo se ha volcado con estas jóvenes y sus familias.
El día 20 llegará Margarita con sus dos hermanas pequeñas, de momento está en Polonia con una familia, su madre no quiere venir, sólo quiere que se salven sus hijos y ayudar a los militares ucranianos. El sentimiento de estas refugiadas, una lucha interna, culpabilidad por lo que han dejado allí y salvarse ellas y los niños.
