El sorprendente paseo por un pequeño pueblo de Cuenca con árboles de todo el mundo

Cuenca

El municipio conquense de Olmeda de la Cuesta continúa su proyecto de crear un bosque junto al casco urbano con árboles procedentes de todas las Comunidades Autónomas españolas y de otros lugares del mundo. Este pasado sábado 19 de febrero se plantó un drago procedente del árbol más famoso de Icod de los Vinos (Santa Cruz de Tenerife), aquel que crece en las laderas del Teide y que salía en los viejos billetes de mil pesetas que presidía el escritor canario Benito Pérez Galdós. Lo hemos contado en Hoy por Hoy Cuenca con su alcalde José Luis Regacho.

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El sorprendente paseo por un pequeño pueblo de Cuenca con árboles de todo el mundo

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Un drago canario

Este joven drago tendrá que enfrentarse en su crecimiento al duro clima de la Alcarria conquense con heladas invernales y sofocantes jornadas estivales bien distintas del templado clima tropical de las Islas Canarias. “Me preocupa más el invierno que el verano porque le hemos puesto riego por goteo”, explica regacho. “Aun así, está plantado al abrigo de un antiguo horno de yeso con forma de herradura y orientado al sur”. La plantación del drago corrió a cargo de la periodista Mónica Rapal, directora del periódico digital Alcarria es Más.

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Un bosque internacional

Para no sentirse solo en su crecer, cuenta con la compañía de otros árboles llegados también de tierras lejanas: un ejemplar de Quercus robur, roble albar, brotado de árbol de Guernika; un olivo procedente del Huerto de Getsemaní, en Jerusalén, y un gingko, la única especie que sobrevivió a la bomba de Hiroshima, en Japón. “Este es un árbol que tenemos en el parque principal del pueblo y es precioso porque echa unas flores blancas preciosos. Quizás sea el árbol más bonito que tengamos en el pueblo”.

Todos ellos creen junto a cerca ejemplares de olmos negros libres de grafiosis, la enfermedad que arrasó desde los años ochenta con los olmos centenarios que poblaban la península ibérica y que dieron nombre a este pueblo de Olmeda de la Cuesta.

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Encinas milenarias

El afán de su Ayuntamiento en los últimos años les lleva a seguir buscando ejemplares arbóreos que incorporar a su bosque internacional y recientemente se han sembrado ya las bellotas de dos encinas milenarias: la llamada La Terrona de Zarza de Montánchez (Cáceres), considerada la más grande y antigua del mundo, y la de Lecina (Huesca), que se alzó en 2021 con el título de Árbol Europeo. Una vez crezcan esas bellotas en el vivero serán trasplantadas al bosque.

Además, como explica el alcalde, “nos hemos puesto en contacto con otras ciudades europeas como Berlín, ya le hemos escrito a su alcaldesa, para que nos faciliten árboles típicos de su ciudad. Algo que queremos continuar con París y otras capitales”.

Iniciativas como este le valió a Olmeda de la Cuesta para ser reconocidos en 2018 con el Premio Conama a la Sostenibilidad de Pequeños y Medianos Municipios en la categoría de menos de 5.000 habitantes.

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Esculturas y azulejos

Olmeda de la Cuesta es también el pueblo con más esculturas y jardines por habitantes gracias al trabajo del artesano Vicente García, de la cercana localidad de Tinajas, creador de inverosímiles y surrealistas paseos plagados de jardineras y mosaicos de azulejos.

Este Ayuntamiento trabaja también en otro proyecto: un Museo de la Publicidad al aire libre con la instalación en las fachadas de las casas de azulejos con reproducciones de antiguos anuncios de productos. De momento ya se pueden ver algunos de ellos. Tan solo hay que dar un paseo por las calles de este pueblecito de Cuenca de menos de cincuenta habitantes.