Los hijos del mar

Bilbao

Hay nombres que se suelen quedar grabados para siempre, en mi caso, nunca se me olvidan dos: Carreira y Marero. Dos barcos pesqueros vascos que se hundieron con su tripulación para siempre.

Estos días, con la tragedia del Villa de Pitanxo, me he acordado mucho de ambos naufragios, ambos también en invierno, justo por estas fechas del año 96, el mar se tragó al Carreira sin dejar rastro alguno, 10 pescadores murieron en aguas del canal de la mancha, era un barco moderno que había salido días antes del puerto de Pasaia

La localidad costera no se había recuperado de la perdida, cuando dos años después y ya muy cerca de la costa, el cantábrico y una potente borrasca con olas de hasta 14 metros, engullían al Marero, Víctor, Juan José, Joaquín, Alberto, Jesús, Enrique, Eladio y Joaquín murieron, para consuelo de algunas de sus familias, el mar fue algo benévolo y devolvió meses después el cuerpo de Víctor, el del patrón... como si el destino hubiera querido honrar al responsable de la que decían era la mejor tripulación de Pasaia.

Esta guinda de hoy, va por ellos, por los hijos de la mar.