¿Podrían las bebidas alcohólicas ser etiquetadas como el tabaco para prevenir su consumo?

El Comité Especial para Derrotar al Cáncer (BECA), organismo creado en 2020 por el Parlamento europeo, ha aprobado un informe con 196 artículos que tienen como objetivo la prevención. Entre ellos se encuentra la petición de incluir avisos sanitarios en el etiquetado de las bebidas alcohólicas de los riesgos implícitos en su consumo. El doctor Francisco Pascual, presidente de la Sociedad Científica Española de Estudio sobre Alcohol, Alcoholismo y otras toxicomanías se ha asomado a La Ventana para valorar la medida, a su juicio acertada.

Son 20 los tipos de cáncer y 200 las enfermedades relacionadas de manera directa con el consumo de alcohol, según ha afirmado el doctor Pascual. El facultativo celebra la medida porque considera que todo aquello que sea fruto de consumo “debe tener etiqueta”.

A diferencia de los producidos por el tabaco, de los que sí existen densos estudios, en el caso del alcohol los costes, tanto sanitarios como de otro tipo, “no están cuantificados”, según ha evidenciado el doctor Pascual. “En España se está empezando a hacer”, ha anunciado antes de incidir en la dificultad de evaluar los “costes intangibles” de este producto.

El doctor ha presentado como referencia en el tratamiento de la problemática del alcohol el caso de Escocia, país en el que está establecido un precio mínimo de las bebidas alcohólicas. La recaudación extra se emplea para sufragar los gastos de recuperación de las personas afectadas por las consecuencias del consumo de alcohol.

La ciencia desmonta los mitos

El doctor Pascual ha aprovechado su intervención para desmontar ciertos mitos como que “beber un par de copas es bueno para el corazón”. “Son estudios que no tienen ningún tipo de evidencia científica, y que están, en la mayoría de los casos, patrocinados por industrias alcoholeras”, ha afirmado antes de recordar que hace años se llegó a decir que el tabaco era bueno para la bronquitis.

Con todo, el doctor Pascual aboga por una posición intermedia. “No hay que prohibir, sino regular”. Es España lo primero, ha dicho, “sería una locura”.

Objetivo: los más jóvenes

Dos de los objetivos principales de esta medida son, según ha explicado Pascual, retrasar la edad de inicio en el consumo de alcohol, que en España ronda desde hace años los 13, y concienciar sobre los riesgos de abusar de él. “No olvidemos que el alcohol es una droga”, ha advertido.

Pascual ha querido recordar que, a pesar de que la medida tiene su foco en los jóvenes, está dirigida a toda la sociedad, pues los comportamientos de los adultos son espejos para los adolescentes.